¿Por qué lo
hacemos?
PROBLEMÁTICA.
El alto porcentaje de jóvenes sonorenses de comunidades rurales e indígenas que carecen de herramientas para propiciar su desarrollo personal y profesional, así como su movilidad social.
ANTECEDENTES.
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En nuestro país viven más de 25 millones de indígenas. (INEGI, 2020). El 21.5% de la población total.
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En Sonora, de cada 100 personas indígenas, 80 se encuentran por debajo de la línea de pobreza por ingresos y 55 no cuentan con la alimentación mínima requerida. Los municipios de Yécora y Álamos son los más afectados.
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64% se dedican a una actividad económica que depende con mayor frecuencia, de los recursos naturales.
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55% se desempeña en trabajos manuales de baja.
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Por cada 100 personas en hogares indígenas de Sonora, 29 no terminaron ningún nivel escolar.
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Más del 70% de los padres o tutores tienen una escolaridad promedio nivel: Secundaria.
DATOS RELEVANTES SOBRE LA EDUCACIÓN INDÍGENA.
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Los alumnos indígenas son los que menos acceden a niveles superiores de educación.
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El 50% de los maestros de escuelas indígenas no cuentan con grado de licenciatura.
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Segregar a los indígenas en un sistema educativo propio, no ha rendido los resultados esperados. Además de la polémica acerca de cómo se sabe si una persona es indígena o no, el INEGI ha optado por definirla en función de su condición de habla de una lengua indígena.
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La mala calidad de la educación que recibe la población indígena, es causa de deserción, reprobación y el menor aprendizaje en la escuela.
